domingo, 19 de abril de 2009

Reseña 2

Texto: “El autor del abuso y su comportamiento”
Beate Besten

“El autor del abuso y su comportamiento” es un texto informativo del libro Abusos Sexuales en los Niños, escrito por Beate Besten, pedagoga y psiquiatra infantil. En esta obra, Beate Besten, plantea ejemplos y transmite a sus lectores la necesidad de atender, concientizarse y frenar el problema del abuso sexual en los niños que afecta a Toda la sociedad. Es así como en uno de sus textos: “El autor del abuso y su comportamiento”, plantea uno de los grandes hechos de la problemática en donde se establece que el tema del abuso sexual infantil no señala únicamente a los delincuentes y a las personas con problemas psíquicos, sino que es una problemática que se puede presentar dentro de cualquier núcleo familiar. A través del texto, la autora Besten, demuestra la gran falacia que existe en la sociedad acerca de los abusadores sexuales y el peso que tiene el poder entender y aceptar, que los actores de este acto violento, son personas Normales.

Existe una idea sobre los estereotipos de los autores del abuso, que ocultan en muchos casos, responsables de violaciones debido a que las personas no los señalan por el hecho de no encajar en aquellas características de Abusadores. Se cree que “sólo seres violentos, degenerados, antisociales y trastornados” (pág. 45) pueden ser los autores del crimen de violación. Sin embargo lo que se oculta, muchas veces en la cruel realidad, es que cualquier persona, sin importar la clase social, profesión, status, entre otros, puede ser el responsable y protagonista de la violación de los derechos fundamentales de los infantes. Así como lo establece en sus informes el psicoterapeuta, Rich Snowdon (citado por Besten): la verdad absoluta sobre la problemática es que dichas personas (autores) son “completamente normales” (pág. 45). El problema se encuentra en lo difícil que se convierte el aceptar que existen padres que son “profesores, conductores, terapeutas, médicos, cocineros, comerciantes” (pág. 46), que se atreven a abusar de sus hij@s y que no son señalados como autores del abuso debido a que fácilmente se ocultan en la sociedad por el hecho de que se ven normales. Esta situación contribuye en gran parte a que esta problemática no se detenga o disminuya son altos porcentajes, pues los autores del abuso “tienen mucho en común” (pág. 46) a personas que no cometen este tipo de crímenes lo que genera que miles de responsables continúen satisfaciendo sus necesidades sexuales y destruyendo la dignidad, moral y desarrollo de los niños. Es atormentante imaginarse que en las salas de terapia existan “hombre normales con profesión y responsabilidad social” (pág. 45) con comportamientos de este tipo. Pero es peor aun darse cuenta que la realidad es que estos actos son generados por personas que con una vida diaria como la de cualquier ciudadano incapaz de tocar agresivamente con un fin sexual a un menor.

A pesar de que los autores que pueden realizar estos actos son normales y se distinguen el uno del otro ya sea por su nombre, todos tienen un comportamiento patrón para tratar a las víctimas. Frecuentemente estas personas muestran una preferencia por los niños con la finalidad de “preparar cuidadosa y detalladamente” (pág. 46) el abuso. Diariamente estos hombres, en la mayoría de los casos, demuestran que adoran, se relacionan y dan buen trato a los niños que posteriormente satisfacen sus pasiones. No sólo tratan de demostrarle a sus víctimas la importancia que tienen en ellos sino que también intentan dar a entender a los familiares del niño que el pequeños es su “predilecto y que lo hace verdaderamente feliz” (pág. 47). El comportamiento de todos ellos empieza con caricias “accidentales con la excusa de….jugar con ellos” (pág.47), hasta que esas caricias se sobrepasan y se convierten en la excitación. Aprovechándose de la ignorancia e inocencia de los infantes, estos hombres logran usarlos para enriquecer sus necesidades, pues con engaños como “las supuestas exploraciones de bacterias y parásitos” los niños empiezan a ser abusados por sus padres, tíos, hermanos, vecinos y parientes siendo obligados a mantener el secreto. Es evidente que los autores buscan un bien individual que obtienen por medio de sus comportamientos sorprendentes y engañosos hacia los niños. Sin embargo hay que romper estos actos silenciosos para que los victimas puedan disfrutar de una vida digna sin que su propio padre los engañe diciéndole que “a todos los peces les gusta entrar allí” (pág. 48) para hacer parecer y sentir que lo que se está haciendo no es un abuso.

Como si fuera poco, los autores Compran a sus víctimas para que los abusos prosigan y no afecten su diario vivir. Desafortunadamente y aunque parezca imposible, los actores del abuso se aprovechan de la nobleza, debilidad y de los deseos de los niños para lograr abusar de ellos. El hecho de que los niños viven en un mundo donde los deseos materiales son permanente, ellos, convierten el cuerpo de la víctima en un “valor de mercado” (pág. 50), es decir, compran a los niños con juguetes para usarlos sexualmente y asegurarse de que “guarden silencio” (pág. 49). Es así como en ciertas situaciones la situación avanza a un mayor grado: la Prostitución y los niños “desean obtener… una compensación material por su sufrimiento” (pág. 50) y temor a revelar el secreto. También es importante resaltar que un alto porcentaje de los abusadores que logran comprar a sus víctimas no recurren, o por lo menos no ven la necesidad, de recurrir a la violencia para lograr sus objetivos ya que intercambian la sexualidad por una muñeca. Sin embargo cuando existe la posibilidad o se cree que algún tercero esta sospechando o investigando la situación se amenaza al niño ya sea con privarlo de sus deseos materiales o incurrir a la violencia.

A pesar del sufrimiento de los niños, cuando estos logran denunciar, muchas veces, se cambian los papeles, es decir que los autores se presentan como víctimas. Ante cualquier forma los autores del abuso tratan de convencer a la sociedad que nunca han recurrido a actos de abuso sexual. Y es así que plantean que el niño es el culpable o que otros son los responsables de su comportamiento. Normalmente esto sucede cuando se logra que sean juzgados por los niños o por terceros. Pero esto no es suficiente debido a que aproximadamente “sólo un 11% de las denuncias resultan con una condena al autor” (pág. 51) y en la mayoría de los casos las declaraciones de las víctimas tienen menos credibilidad que las explicaciones de los autores. Frente a esta situación, los niños resultan aun más afectados ya que los verdaderamente responsables salen librados y hasta en ocasiones continúan abusando sexualmente de ellos.

Finalmente el texto “El autor del abuso y su comportamiento”, plantea que actualmente los actores del abuso sexual infantil son personas que no necesariamente tiene problemas psicológicos y no son responsables de sus actos como se cree, sino que son personas profesionales con un nucleo familiar que usan a sus hijos, sobrinos, entre otros, para satisfacer sus necesidades. La realidad es que son personas normales con comportamientos sorprendentes, que compran el cuerpo de los niños con juguetes, salidas, helados para abusar silenciosamente de ellos hasta el punto de que el niño se convierte únicamente en un objeto sexual. Besten, logra mostrar que en nuestro diario vivir existen a nuestro alrededor personajes que a como rutina, después del trabajo, abusan de sus pequeños. Igualmente a través del texto se transmite un mensaje de alarma y concientización a la sociedad para abolir la problemática y hacer que Todos los derechos de los niños sean respetados y que una vez logran denunciar los criminales sean condenados y no vistos como víctimas. No sólo recomiendo el texto sino que invito a todos los lectores a que hagan conocer los argumentos aquí dados para que se Logre hacer algo frente a la situación que afecta a miles de niños mundialmente.

Bibliografía:
Besten, Beate. Abusos Sexuales En Los Niños. Editorial Herder, S.A, 1997.

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